Mahmud Abás pidió el viernes al representante palestino ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riad Mansur, que inicie acciones inmediatas en el organismo internacional para enfrentar las agresiones israelíes contra la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Solicitó también al embajador palestino ante la ONU que coordine sus acciones con las naciones hermanas y amigas, entre ellas Jordania.
Asimismo, Abás urgió a la comunidad internacional, especialmente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que cumpla con sus responsabilidades de mantener el statu quo en la ciudad, y detenga las agresiones de Israel a la Mezquita Al-Aqsa.
La petición de Abás se produjo después de que un fallo de un tribunal israelí autorizara por primera vez a los judíos a rezar en ceremonias silenciosas en la Explanada de la Mezquita Al-Aqsa.
El polémico veredicto judicial, aunque fue anulado el viernes por Arié Romanoff, el juez del tribunal central de Israel por temor a una escalada de tensiones con los palestinos, provocó una ola de condenas a nivel internacional.
Las facciones de Resistencia, entre ellas el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), convocaron manifestaciones en la Franja de Gaza, Al-Quds y la Cisjordania ocupada. “Esta decisión diabólica y maliciosa es un preludio de la conspiración para la división temporal y espacial de la Mezquita, que permite a los colonos continuar con sus crímenes contra Al-Aqsa y Al-Quds”, precisaron.
La Cancillería palestina, a su vez, tachó el fallo del tribunal israelí de “una declaración de guerra” contra el pueblo palestino y las naciones árabes e islámicas.
La controvertida iniciativa israelí provocó además condenas en Jordania, Egipto, Turquía y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), entre otros países e instancias regionales.
El Gobierno jordano tachó el jueves de “inválido” el veredicto, el cual “no tiene efecto legal, según el derecho internacional, que no reconoce la autoridad del aparato judicial de la ocupación israelí sobre los territorios ocupados en 1967, incluido el este de Al-Quds” y va en contra de las resoluciones del CSNU “que enfatizan la necesidad de mantener el statu quo en la Ciudad Santa”, resaltó Amán.
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